Cada vez más personas se inquietan por las modificaciones aceleradas que está sufriendo el cielo nocturno. El colectivo de astrónomos ha sido uno de los primeros en dar la voz de alarma. ¿Estamos dispuestos ya a renunciar a la posibilidad de contemplar el cielo nocturno y sus estrellas, sin la interferencia de miles de elementos luminosos móviles atravesándolo? ¿Se está usando la cuarentena para hacer avanzar partes de este proyecto sin oposición ciudadana?
Pues muy a mi pesar, que soy astrónomo aficionado, sí, parece que estamos dispuestos a ello. Sólo hay que ver la nula atención y solución que se pone a la contaminación lumínica, absolutamente bárbara y premeditadamente abusiva -marcada por intereses económicos muy definidos-. O sea que, menos a los nostálgicos, los aficionados como yo y, evidentemente, los científicos, no será un problema para nadie. Somos una especie aborregada y estúpida.
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Pues muy a mi pesar, que soy astrónomo aficionado, sí, parece que estamos dispuestos a ello. Sólo hay que ver la nula atención y solución que se pone a la contaminación lumínica, absolutamente bárbara y premeditadamente abusiva -marcada por intereses económicos muy definidos-. O sea que, menos a los nostálgicos, los aficionados como yo y, evidentemente, los científicos, no será un problema para nadie. Somos una especie aborregada y estúpida.