Publicado hace 5 años por Fermín_Castro a elconfidencial.com

Casi todas las soluciones a los grandes problemas llegan cuando uno los sufre de primera mano y siente la necesidad de buscar una forma de acabar con él. Y eso es precisamente lo que le pasó a David Blánquez, un ingeniero de Girona cuya trayectoria profesional ha acabado totalmente ligada a las circunstancias personales que han rodeado a su familia. David tiene una hija con epilepsia y se encontraba con uno de los problemas más frecuentes en estos casos: no poder prever las crisis epilépticas de su hija para atenderlas de la mejor manera.