La explosión originada –la prueba nuclear de gran altura más poderosa jamás efectuada- creó una onda electromagnética lo suficientemente fuerte como para distorsionar la comunicación global vía radio, y hacer estallar las luces del alumbrado público de las calles de Hawái. Adicionalmente, creó un cinturón de radiación alrededor de la Tierra, que fue lo que aniquiló el Ariel-1.
Comentarios
Como cansan estos artículos en que cada párrafo te distrae con el "lea también...".
De "pulverizar" satélites; a afectar temporalmente a su funcionamiento hay un trecho de cojones...