El AVE a la Meca ha superado el millar de viajes tras su puesta en servicio comercial en octubre del pasado año, una vez superadas las innumerables vicisitudes que acompañaron a una faraónica obra que se tuvo que adaptar a un entorno muy exigente para no descarrilar. Literalmente. Ahora, meses después de su puesta en marcha, el trabajo no ha hecho más que empezar. Las elevadas temperaturas y la erosión de la arena del desierto suponen un serio problema para el mantenimiento y la seguridad de los trenes.
Comentarios
Leches, esconde esto, que dice algo bueno de algo español.
Y encima de un AVE.
Y ya para nota: de constructoras españolas.
Joder, que lo escondas.
Igual hubiera sido más inteligente tener en cuenta los problemas de la abrasión por la arena ANTES de construir un AVE en el desierto...