¿Y si nuestros datos personales salieran directamente de nuestro cerebro y fueran recogidos por plataformas digitales? Es lo que se conoce como neurodatos, obtenidos mediante dispositivos de neurotecnología que ya se comercializan para su uso doméstico. De 30 empresas de neurotecnología analizadas, 29 (96,67%) tienen acceso sin limitaciones a los datos cerebrales del consumidor. Sin embargo, los usuarios no tienen información adecuada sobre sus derechos ni sobre cómo se maneja su privacidad o lo que se hace --almacenar, procesar-- con sus datos
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¿No habría que hablar primero de la obligación de uso de la neuronas o neuroobligaciones?
¿La referencia en Amazon, por favor?