Publicado hace 6 años por gnomolesten a noticiasdelaciencia.com

Guri y sus colegas han averiguado cómo un atacante podría usar la luz infrarroja para crear un canal de comunicación clandestino entre el malware instalado en una red informática interna y un atacante situado a cientos de metros en el exterior o incluso a kilómetros de distancia siempre y cuando disponga de una línea de visión directa. El atacante puede utilizar este canal para enviar órdenes y recibir mensajes de respuesta. Para lograr que la cámara le transmita información sensible, el atacante se vale de los LEDs emisores de luz infrarroja