Publicado hace 9 años por --424445-- a ireneu.blogspot.com.es

Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha estado mirando y admirando con curiosidad infinita el espectacular cielo estrellado de las noches sin luna. Esta curiosidad atávica ha hecho que los estudiosos enfocaran sus ojos en conocer qué era lo que había en aquella cúpula celeste que era inalcanzable tanto a las manos como a la compresión humana. En este proceso de conocimiento, la invención y desarrollo del telescopio han hecho que los científicos hayan conseguido llevar el límite de su saber allí donde eran capaces de llevarles la precisión