1. Prohibido escribir historias basadas en hechos reales. 2. La verosimilitud de un cuento no deberá apoyarse en su supuesta “semejanza” con la realidad, sino en la coherencia interna -discursiva y/o estructural- del texto. (Declaramos pieza de museo la narración figurativa. Escupimos sobre la tumba del realismo). 3. Prohibido alterar la secuencia cronológica del argumento con el fin de reforzar su interés. (...)
Comentarios
Con tantas prohibiciones, he aquí mi cuento breve:
Prohibido hacer caso a profesores de literatura, que no son más que escritores frustrados.