Hace 11 años | Por ailian a ted.com
Publicado hace 11 años por ailian a ted.com

La artista iO Tillett Wright ha fotografiado a 2000 personas que se consideran estar dentro del espectro LBGTQ y les ha preguntado: ¿Podrías decir el porcentaje gay o hetero que tienes? La mayoría considera que se encuentran en las áreas grises de la sexualidad y no 100 % gay o hetero. Ella misma cuenta que desde los 6 a los 15 años quiso ser un niño y se comportó como tal, incluso haciendo papel de niño en películas. Después, a los 14, decidió ser de nuevo mujer. Plantea que las etiquetas son un problema en sí mismo de discriminación.

Comentarios

auroraboreal

Los seres humanos siempre hacemos estas cosas: nos olvidamos que somos seres humanos, así de complejos y así de simples.Y que las polarizaciones en un aspecto u otro solo reflejan una parte ínfima (y, a veces falsa) de la realidad que envuelve a una persona.

Esto que voy a contar tiene poco que ver con la identidad sexual, pero creo que sí con el encasillamiento que hacemos, a veces inconscientemente, de las personas:

Recuerdo cuando vine a Suecia. Conocí rápidamente a un grupo de gente española que empezaron a trabajar en la misma zona que yo casi al mismo tiempo. Y tenían en común conmigo... mi idioma (algo en realidad muy, muy importante si te vas a vivir a otro país donde se habla algo que tú no dominas). Se diría que esa gente tenía que parecerse a mí en muchas otras cosas: nos tenían que gustar las mismas comidas, teníamos que hablar de una forma similar, celebrar las mismas cosas, saber de los mismos deportes, conocer a los mismos famosos...

Al mismo tiempo, aunque más despacio, empecé a conocer gente sueca y de otros países. Y... bueno, es bastante predecible que, entre todas las personas que conocí, encontrara alguien no español con quien tuviera más química que con alguna persona de mi país.
Si, hablar el mismo idioma era importante sobre todo al principio, cuando no podía decir lo que deseaba en sueco; pero una vez superada esa barrera, estaba claro que mi círculo de amistades no se podía clasificar en españoles - no españoles. Mi círculo unió españoles y no españoles por otro tipo de afinidades en las que el idioma tenía poco que ver.
Sin embargo, muchos compañeros de trabajo siguen preguntándome si sigo viendo a todos los españoles que conocí al principio. ¿por qué? porque son como tú. Y entonces comprendo que esa persona, sea de la nacionalidad que sea, al menos justo en ese momento, no es como yo.

La gente tiene afinidades, gustos similares, formación parecida, tendencias más o menos definidas. Pero cada persona es única. Reducir la realidad de las personas a encasillarlas en grupos en los que solo cuentan los extremos es empobrecer el mundo hasta límites sin sentido...aunque algunas veces todos caigamos en la tentación de hacerlo un poquito para sobrevivir al día a día. Solo espero que, como iO Tillett Wright nos demos cuenta de los matices de las personas e intentemos buscarlos. Que no olvidemos nunca que eso que hacemos con nuestras categorías predefinidas es falso y que sepamos buscar el gris que hay en cada persona para poder acercarnos y comprender un poco más a ese que está a nuestro lado.
Porque entre el negro y el blanco hay una gama infinita de matices (y esto hablando de un solo "color". No quiero meterme en el berenjenal de mezclar el resto de los "colores" que definen a una persona)

D

No es muy original, pero curioso.

ailian

#1 Hombre, nunca había visto un caso así, original lo es bastante. Me refiero no solo a la valentía de esa mujer (ya de niña) que se embarca en una nueva identidad sexual por propia iniciativa y luego la revierte sin traumas, sino también por la actutud abierta y respetuosa de los padres frente a sus decisiones.

Y la conclusión de la charla: que es una estupidez etiquetar a la gente por sus actividades sexuales, incluso buscarles nexos en común solo por la preferencia en un único ámbito de la vida.