El empleo masivo del gas lacrimógeno para intimidar y dispersar a los manifestantes, como se ha hecho en Turquía en las últimas tres semanas, equivale a tortura, han denunciado hoy seis asociaciones médicas turcas. "El gas no se ha usado como un medio para controlar disturbios sino como arma química", ha afirmado en una rueda de prensa en Estambul, Ümit Biçer, de la Asociación de Médicos Forenses.
Comentarios
Este tipo de cosas dan ganas de llorar...