Este caballero barbado de apariencia nada amenazante y de 67 años se embarcó hace casi cuarenta en una cruzada monetaria. Fue después del matarile que Nixon dio con nocturnidad y alevosía al tratado de Bretton-Woods, suspendiendo la convertibilidad de dólar en oro. Von Nothaus y otros muchos lo percibieron como injusta confiscación de la capacidad de compra del ciudadano americano. Otros muchos se quedaron en el mosqueo, pero Von Nothaus, uno de esos mediochalados con permanentes ganas de enredar, pasó a la acción.
Comentarios
Hay algunos pequeños problemas con esa historia tan bonita: el primero, que Nothaus también imprimía billetes (qué curioso que en Cotizalia olviden mencionarlo) y el segundo que el autor dirá lo que quiera, pero la semejanza con los dólares de verdad es algo más que pasajera, como cualquiera puede ver dándole al Google.
Y el tercero es que meter a martillazos la comparación con José Padilla en el artículo es un recurso más bien ridículo. Nothaus no ha sido condenado a 25 años (eso es el máximo al que "podría" ser condenado) y el imbécil de Padilla no llegó a construir ninguna bomba, ni a matar a nadie que se sepa.