[C&P] No es ninguna novedad que entre la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el conseller de Economia de la Generalitat, Antoni Castells, existe muy poca sintonía. Pero el pasado martes, en Barcelona, la ministra Elena Salgado cerró con el conseller Joan Saura el pacto para cumplir con las inversiones del Estatut, con 800 millones de euros para recuperar proyectos pendientes, hasta llegar a los 4.800 millones para infraestructuras en Catalunya.
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O sea, el gobierno central debe miles de millones en inversiones pendientes, y hace SEIS MESES que pasó la fecha límite para cerrar un modelo de financiación que aún hoy está en el aire (porque Solbes lleva un año y medio pasándoselo por el forro, así de claro). Pero si un "conseller" se queja de estos retrasos, causa "gran malestar" en el Gobierno.
Que el Gobierno pague lo que debe y verá cómo se le pasa el malestar.
Supongo que el malestar viene de que tienen muy asumido que Castells les debe respeto y sumisión, por ser miembro de su sucursal catalana, aunque con estos del PSC nunca se sabe que parte hay de cabreo real y de comedia.