Una contraseña para el cajero, otra para el correo, otra más para el móvil... bregar con los códigos de acceso es una engorrosa traba que la tecnología parece no poder solucionar. Una forma fácil de esquivar esta molestia es utilizar una sola contraseña para todo, pero los expertos nos aguan pronto la fiesta argumentando, con mucha razón, que se trata de un hábito peligroso.
La tecnología es una herramienta y, como todo, el resultado depende de cómo se use esa herramienta. Un ladrillo en manos de un arquitecto formará parte de una casa, y en manos de un colgao te puede abrir la cabeza...
La verdad es que lees los comentarios de la noticia y no sé, me recuerdan a Matrix Yo no creo que sea tan peligroso, pero sí un gran avance. No creo que haya que tener tanto miedo a la tecnología.
Comentarios
La tecnología es una herramienta y, como todo, el resultado depende de cómo se use esa herramienta. Un ladrillo en manos de un arquitecto formará parte de una casa, y en manos de un colgao te puede abrir la cabeza...
La verdad es que lees los comentarios de la noticia y no sé, me recuerdan a Matrix Yo no creo que sea tan peligroso, pero sí un gran avance. No creo que haya que tener tanto miedo a la tecnología.