«La primera vez es una emoción única: no sientes el cuerpo. Nunca antes tu organismo había experimentado algo parecido». Así describe la ingravidez Daniel González, piloto acrobático del aeroclub de Sabadell. El pasado 31 de octubre, González regaló esta sensación a cinco estudiantes: los subió con una avioneta a una altura de unos mil metros, entre Castellar del Vallès y La Garriga, y entonces realizó unas parábolas de entre 6 y 8 segundos en las que la gravedad se redujo hasta una centésima parte de la que se experimenta en la Tierra.
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Ahí no te podrán facturar por peso!