El pobre Kafka, dedicado a narrar con la frialdad más absoluta la absurdidad del mundo moderno, lleno de funcionarios y burocracia calidoscópica, a ochenta años de su muerte, vuelve a demostrarnos, irónicamente, que las cosas no han cambiado mucho desde entonces.
Comentarios
El Gobierno Israelí quiere hacerse con el legado de Kafka
El Gobierno Israelí quiere hacerse con el legado d...
elmundo.esSalomónico: ni pa'ti ni pa'mi, para la Rep. Checa y punto pelota.
#1 de acuerdo! y parece tan lógico!