Hace 12 años | Por --31259-- a lavanguardia.com
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El solapamiento de síntomas de una demencia y de una depresión en personas mayores de 65 años induce a menudo a una confusión de efectos perversos: dejan de tratarse la depresión o los primeros síntomas del alzheimer, lo que empeora la funcionalidad del paciente y su calidad de vida. "Se puede hacer mucho más", concluye el doctor Manel Sánchez, coordinador de la unidad de Psicogeriatría del hospital Sagrat Cor de Martorell.