La Oficina Federal Antimonopolio alemana ha abierto una investigación contra los cinco grandes consorcios que controlan el suministro de combustible por actuar consensuadamente y obstaculizar la competencia. Se les acusa de haber vendido combustible a las gasolineras independientes a un precio superior al que ofrecen a los clientes en sus propias estaciones de servicio para acabar con su competencia.