La tradición del rapto de novias en Kirguizistán se ha convertido en un drama social en el que miles de jóvenes mujeres son cada año violadas, obligadas a perder la virginidad y a casarse contra su voluntad. "Buscan a las más guapas del pueblo, las raptan pasadas las 11 de la noche y a la mañana siguiente, tras el acto sexual, ya no son niñas, sino mujeres", afirmó este sábado Tursunbek Akún, defensor del pueblo de la república centroasiática.
Uno de los líderes musulmanes, Uzbek Chotonov, aseguró que el rapto de novias es la única forma de impedir que las mujeres se malacostumbren a vivir con sus padres.
"Las chicas que tardan mucho en casarse se echan a perder, por lo que hay que obligarlas a casarse o simplemente raptarlas", propuso.
Lo de "se echan a perder" deja muy claro que para los musulmanes no se trata de personas, sino de mercancía.
Es una práctica cruel que no parece importar a nadie, porque ni condenas internacionales, ni sanciones, ni amenazas, ni nada de nada, no sea que alguien se les enfade, y les corten el chorro de petróleo, gas o lo que sea.
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Uno de los líderes musulmanes, Uzbek Chotonov, aseguró que el rapto de novias es la única forma de impedir que las mujeres se malacostumbren a vivir con sus padres.
"Las chicas que tardan mucho en casarse se echan a perder, por lo que hay que obligarlas a casarse o simplemente raptarlas", propuso.
Lo de "se echan a perder" deja muy claro que para los musulmanes no se trata de personas, sino de mercancía.
Es una práctica cruel que no parece importar a nadie, porque ni condenas internacionales, ni sanciones, ni amenazas, ni nada de nada, no sea que alguien se les enfade, y les corten el chorro de petróleo, gas o lo que sea.