(C&P) El poema apareció dos días antes de cerrar la edición crítica y facsimilar de Dios deseado y deseante (Animal de fondo), de la editorial Akal un poemario de Juan Ramón Jiménez publicado por primera vez en 1949, en el que los investigadores Joaquín Llansó y Rocío Bejarano llevaban trabajando tres años.
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Comentarios
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.