Cierto es que muchas, pero que muchas de las aplicaciones disponibles para los smartphones resultan de mucha utilidad, e incluso algunas llegan a resultarnos imprescindibles. Sin embargo, hay que reconocer que hay otras tantas que su valor radica en su completa ridiculez. He aquí algunas de las más absurdas que hemos encontrado.
En Bada había una que era un espejo, pero no lo hacía con la cámara frontal, sino que apagaba la pantalla para que te vieras reflejado en ella. Eso si, era gratis.
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En Bada había una que era un espejo, pero no lo hacía con la cámara frontal, sino que apagaba la pantalla para que te vieras reflejado en ella. Eso si, era gratis.