Publicado hace 13 años por --217065-- a curistoria.blogspot.com

La familia Farnesio, cuando finalizó la construcción del Palacio Farnesio, sus fiestas y comilonas fueron míticas. Disponía de un salón en la planta superior cuyos ventanales daban al río Tiber y en algunos banquetes el oro corría por la mesa. No es que se lo comieran, no, lo derrochaban de peor modo. Los platos, las bandejas, los cubiertos… todo era de oro y los Farnesio, haciendo gala de poco gusto y mucha altanería, arrojaban los cubiertos y demás enseres por las ventanas al río al acabar de comer.