Un taxista londinense que llevó en su automóvil al artista británico Damien Hirst recibió de regalo un dibujo dedicado a su hijo, que quiere ser director de cine. En el papel aparece dibujada una calavera, uno de los motivos habituales de su obra, así como un tiburón y una mariposa. Junto a ellos la leyenda “¡No abandones el arte!”.
Comentarios
Le ha venido que ni pintado al chaval...
Si el hijo del taxista vende la obra,seguramente nunca llegará a ser artista.
Este Hirst siempre da la nota y logra repercusión mediatica. (quizás éste sea su talento)
Habría que verificar la info, ya que la fuente no es cercana.