Hace 11 años | Por Mindrod a ara.cat
Publicado hace 11 años por Mindrod a ara.cat

Tres ladrones asaltaron el lunes por la noche una pareja de jubilados ingleses en Santa Cristina de Aro y jugaron a la ruleta rusa con la mujer. Según publica 'El Punt Avui' , el hombre había salido a fumar en el jardín cuando, de repente, tres hombres se le abalanzaron y le hicieron entrar. Dentro de la casa, situada en la urbanización Golf Costa Brava, lo ataron de pies y manos y amenazaron a la mujer con una pistola. Según el diario, los ladrones jugar a la ruleta rusa con ella. Tal como explica la víctima, los ladrones mostrarle que el cañó

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Mindrod

Traducción:

Asaltan un matrimonio de jubilados en Santa Cristina de Aro y los ladrones juegan a la ruleta rusa con la mujer

Los ladrones ataron las víctimas de pies y manos y se llevaron algunos aparatos electrónicos y poco dinero en efectivo, según 'El Punt Avui'

Tres ladrones asaltaron el lunes por la noche una pareja de jubilados ingleses en Santa Cristina de Aro y jugaron a la ruleta rusa con la mujer. Según publica 'El Punt Avui' , el hombre había salido a fumar en el jardín cuando, de repente, tres hombres se le abalanzaron y le hicieron entrar. Dentro de la casa, situada en la urbanización Golf Costa Brava, lo ataron de pies y manos y amenazaron a la mujer con una pistola. Según el diario, los ladrones jugar a la ruleta rusa con ella. Tal como explica la víctima, los ladrones mostrarle que el cañón de la pistola había tres balas y, por tanto, algunos de los rasgos podía tener un desenlace mortal. Apretaron el gatillo dos veces a dos centímetros de la cabeza pero, afortunadamente, no pasa nada. Aún así, la mujer no cree que la intención fuera matarlos: "Creo que lo tenían controlado y no girar el tambor para que no saliera ninguna bala, pero yo estaba bastante asustada". Después de esto, también la ataron.

Fuentes cercanas a la investigación han explicado que los ladrones se llevaron de la casa algunos aparatos electrónicos y dinero en efectivo, que no llegarían a los 500 euros.

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Son sus costumbres y hay que respetarlas