La Guardia Civil ha desarticulado un entramado criminal que ofrecía contratos de trabajo ficticios a cambio de dinero y ha detenido e imputado a 461 personas, beneficiarios de los contratos, miembros de la red y su máximo responsable. Las personas que pagaban por la obtención de estos contratos buscaban principalmente el cobro de prestaciones por desempleo, la obtención de permisos de residencia, y el acceso a beneficios penitenciarios como el tercer grado. El entramado llegó hasta diez empresas con gran cantidad de trabajadores en su nómina.