Y aún así debía ser peor antes de que las grandes imprentas tuvieran tan —relativamente— mecanizado el proceso. Aún así no me explico cómo los párrafos, siquiera las páginas, acaban en el orden correcto viendo a todo el mundo meter mano en el asunto a lo largo de todo el proceso.
Comentarios
Qué maravilla...lo curioso es que los libros siguen valiendo lo mismo ahora que antes...