Cuando un vertebrado se enfrenta a una situación de peligro se produce una reacción denominada respuesta de estrés. Se prepara para desarrollar una intensa actividad física. Se abren más los pulmones, se acelera el ritmo cardiaco, aumenta el flujo de sangre, se abren más capilares sanguíneos, se libera glucosa desde los depósitos de glucógeno, aumenta la disponibilidad de ácidos grasos como sustrato energético y se eleva el metabolismo. También se suprime la actividad del sistema inmune y la del digestivo. Es una respuesta “de lucha o huida”.
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En la cocina de casa hay unas aves que no tienen estrés..., el Avecrem.