El 23 de agosto de 2007, el grupo musical Dover estaba convocado a subirse al escenario de la plaza Antonio Cortijos, de Águilas, para presentar 'Follow The City Lights'. El concierto nunca llegó a producirse. La banda no llegó a pisar el municipio, y alegó su ausencia a que no se cumplían con algunos de los términos pactados. El Ayuntamiento de Águilas tomó una decisión: si no hay concierto, no se paga. Más de tres años después, el juez ha dado la razón a la banda madrileña: 52.000 euros más los intereses legales y las costas.
Comentarios
Ahora que Dover indemnice a mís oidos despues de escuchar su último "trabajo".
¿No debería ser al revés?