Si algo tienen estos meses es que hace calor, claro. Y con el calor se nos reblandece la sesera y todo nos parece bien, porque si no resulta inexplicable ese fenómeno llamado "canción del verano". En el estío triunfan esperpentos musicales que convierten los tres acordes de los Ramones en la Filarmónica de Viena, y por si fuera poco, llegan acompañados de bailes a cuál más ridículos y títulos tan brillantes como El tractor amarillo o Aserejé.
Recordatorio fantastico del material de torturas más vomitivo, musicalmente hablando, digno de cualquier garito playero, a ser posible con mucho mucho calor para emanar y repartir sudor por doquier...
Comentarios
Bueno siempre te queda la de Elena de Bourbon
Recordatorio fantastico del material de torturas más vomitivo, musicalmente hablando, digno de cualquier garito playero, a ser posible con mucho mucho calor para emanar y repartir sudor por doquier...