Publicado hace 11 años por --373734-- a jsmutxamel.blogspot.com.es

Muchos pensaron o creyeron, ilusamente, que los derechos ganados con sangre, con mucho sudor y con millones de lágrimas, eran eternos. Muchos demostraron ser idiotas, pues quienes jamás han querido a un pueblo libre y culto, no iban a desaprovechar la oportunidad de laminarlo, aprovechando como excusa la crisis económica. Y es que todo derecho conquistado exige el mantenimiento de la lucha para su consolidación.

Comentarios

D

Desde luego que han ganado los ricos. Que duda cabe.

D

Llamativo este comentario en respuesta

Al contrario de lo que dicen muchos, nunca he creído que lucidez y apasionamiento deban ir por separado de forma forzosa. Tú lo has demostrado en tu artículo, en el que expones con toda su crudeza la lamentable situación actual y lo que nos ha traído hasta el punto en el que estamos (me ha encantado cuando escribes que los ricos no quieren pagar impuestos para que sus cachorros tengan la competencia de los que ellos consideran "muertos de hambre"). Y esta situación no es más que el fruto de una desidia generalizada, de no acabar de creer que se estaban plantando las semillas de la destrucción del tejido social. Durante años y años he tenido que escuchar, incluso entre mis amistades, el rollo ése de "no hay izquierdas ni derechas" y el resto de mantras que tan bien han hecho su trabajo, dejando a mucha gente huérfana de ideología, endeudándose hasta las cejas y en un estado de letárgica ilusión que les indujo a creer que por fin habíamos llegado al País de Jauja donde todos éramos amiguitos.

Siendo sincera, no me ha tocado pasar por la dura situación personal que describes. Estudié mi carrera - también Historia - a tiempo completo, pero con la idea clara en la cabeza de que era una PRIVILEGIADA con todas las letras, a pesar de no poder costearme algunos lujos que sí he visto en otros: en casa, estudiar era sagrado, y cada peseta y cada céntimo de euro del que yo disponía estaba destinado a pagar el autobús, la matrícula, las fotocopias, los libros y el reconocimiento de créditos de cursillos ya pagados (una broma muy simpática, de ésas que convierten la universidad pública en no apta para todos los públicos). Ahora tenemos el chaparrón encima, ese chaparrón cuyas nubes oscuras han estado a la vista durante muchos años para quien ha sabido mirar, y por desgracia, muchos estudiantes no podrán hacer frente a las tasas universitarias, ni trabajando ni llevando una vida de sobriedad casi espartana. Los derechos se conquistan, no los regalan, y ahora nadie nos devolverá la dignidad que suponía una educación al alcance de todos. Tendremos que reconquistarlos, como bien dices. Excelente reflexión.