Hace 15 años | Por marginal a redasociativa.org
Publicado hace 15 años por marginal a redasociativa.org

Poco después de los primeros pactos, pude comprobar con gran decepción, que de todo había y mayormente falta de honestidad y de conciencia. Dirigentes que flojeaban frente a los trajes de los ejecutivos, encantados con los flases y la televisión. Formaban un coctel de impostura, mediocridad, irresponsabilidad y corrupción: individuos que no nos podían dirigir a ningún otro lugar que no fuera a esta ciénaga de desorganización, división, confrontación y sobretodo de confusión en el seno de la clase obrera.

Comentarios

LadyMarian

#1 ¿Y eso es sólamente en CCOO o sindicatos? Más bien se da en un gran número de organizaciones similares

c

Corroboro lo dicho por el autor del artículo. Lo hago con pleno conocimiento por haber pertenecido durante algunos años a un órgano de dirección de un sindicato.
Hay dos tipos de personas que tras un tiempo prudencial en un sindicato mayoritario permanecen en el mismo:
Primer grupo: los gilipoyas que no se enteran de que va la película, y los hartan de currar, mientras los jefes se dedican a vivir una vidorra que ni los jeques árabes.
Segundo grupo: Formado por: sinverguenzas, corruptos, traidores, vividores, flojos, trepas... gentuza en definitiva. Los jefes.
Si no eres del primero o segundo grupo la única opción que te queda es largarte antes de contagiarte.