A Rajoy no se le conoce una verdad, y en ningún ámbito, desde que le hacía la oposición a Zapatero. Si nosotros, usted y yo, ciudadanos corrientes, tuviéramos un familiar, un amigo, un vecino que disparatara con la soltura del presidente y en direcciones tan opuestas, hablaríamos, si no con él, con su mujer, sus hijos, su médico de cabecera, para alertarles de lo que ocurre, por si hubiera que tomar medidas de carácter clínico antes de que acabara con su prestigio y con el de su entorno. Que se jodan. No hay perversión que nos sea ajena.
Comentarios
A Rajoy no se le conoce una verdad desde mucho antes, yo dudo que dijese alguna en los últimos 30 años.
Pero lo peor no es eso, lo peor es que eso ya se sabía porque este Rajoy es el mismo de los hilillos de plastilina del Prestige que no iban a llegar a la costa, el de la Guerra de Irak, el que decía que había sido ETA en el 11M,... Y aún así hubo diez millones de gilipollas que le votaron y ahora son cómplices de lo que hace.