Un día, de cañas, surgió una idea surrelista en un colectivo irreverente. Montar un partido político. Raúl, Rulo, Juan Carlos y compañía decidieron en 'dos minutos de intenso marketing' el nombre de la agrupación. PIS, ¿pis? No, PIS: Partido Irreverente Surrealista.
Comentarios
Pues porque no vivo en Villalba, sino ya tenían un voto.