Hace 14 años | Por Sandalia a elpais.com
Publicado hace 14 años por Sandalia a elpais.com

El terremoto demolió la casa de enfrente y otras muchas del barrio pero el callejón donde murió Ricardo Ortega hace casi seis años se mantiene intacto. En él están aparcados tres vehículos. Un grupo de hombres se afana en las tripas de uno de ellos en busca de una avería. Las voces se cruzan con el ruido de las herramientas. Es extraño que la vida siga su compás a pesar de tanto muerto presente y pasado.

Comentarios

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La vida continua y no se puede quedar uno en un hecho trájico, alrededor de ese callejón hubo cientos de muertos y la vida debe seguir, por supuesto con la memoria en el pasado acumulando experiencias buenas y malas como en este caso.
Bonito recuerdo para un gran periodista