El animal no soportó las temperaturas extremas que, sumado al estrés que le produjo la pirotecnia en Nochebuena, le provocaron un cuadro de hipertermia que determinó en su deceso. “Por ahora la idea es no reponer los osos polares”, contestó respecto de si se piensa en una nueva atracción. “Creemos que fue una época y hay toda una tendencia con los osos polares a nivel mundial de no reproducirlos. Creemos que no, salvo alguna situación muy particular”.
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Hay que cerrar el Clarín como sea.