Hace 11 años | Por chisqueiro a elpais.com
Publicado hace 11 años por chisqueiro a elpais.com

Primer miedo: las perversas consecuencias de la “lógica de la competición”, que ha conducido a que “para la inmensa mayoría de la gente, el mundo en su conjunto se ha endurecido de manera extraordinaria”. Creo que la evidencia indica exactamente lo contrario. La dramática realidad de nuestro árbol (la severa crisis en España) nos impide ver el bosque: en la inmensa mayoría del planeta la vida se ha ablandado de manera extraordinaria durante las últimas décadas.

Comentarios

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En consecuencia, la tarea de la política en el siglo XXI debería ser favorecer, y no maniatar, la competitividad. Incentivar, y no minimizar, una responsabilidad individual que, a su vez, es imprescindible para el buen funcionamiento del propio Estado. Y ayudarnos para convivir con el caos del mundo, en lugar de esconderlo con fantasías utópicas.

Excelente resumen. El mundo no se va a parar porque España sea una sociedad inmadura incapaz de adaptarse a los tiempos modernos: simplemente, nos va a dejar en la cuneta.

LuisPas

Cuando he llegado a lo del billon de habitantes he dejado de leer.