Publicado hace 14 años por --151024-- a delavidaylapalabra.blogspot.com

Ahora tengo trece años y medio, y aprendí muchas cosas, entre otras que los tipos que gritan y castigan e insultan, son en el fondo unos pobres diablos…. el Viejo…. se emborrachaba desde hace mucho más, y no bien agarró ese vicio nos empezó a pegar a los tres. A Mirta y a mí nos daba con el cinto, duele bastante, pero a mamá le pegaba con el puño cerrado. Porque sí nomás, sin mayor motivo: porque la sopa estaba demasiado caliente, o porque estaba demasiado fría, o porque no lo había esperado despierta hasta las tres de la madrugada, o...

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Estas frases forman parte del relato de Mario Benedetti: “Requiem con tostadas”, en la que narra la triste historia de una familia dominada por el miedo, el miedo a un padre violento y alcoholizado, que descarga sus frustraciones en los seres más próximos, su mujer e hijos. Este ambiente de violencia termina con el asesinato de la mujer a manos de su marido. Lamentablemente la historia narrada por Benedetti, refleja la experiencia aterradora que sufren millones de mujeres y niños, víctimas de la violencia perpetrada en el seno de la familia.

A menudo los individuos violentos suelen presentar un marcado sentimiento de inferioridad y baja autoestima. Esto les conduce a exteriorizar sus frustraciones personales en los miembros más indefensos de su entorno más próximo, con menos capacidad de defensa física. De esta violencia cobarde no se escapa cualquier criatura que consideren de su “propiedad”, incluidos los animales domésticos.