Hace 12 años | Por --275463-- a news.sciencemag.org
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Sobre el papel, el salto de la rana es imposible. Una investigación ha demostrado que el salto del anfibio, que puede lanzarle a cinco veces la longitud de su cuerpo, requiere más energía de la que sus músculos pueden generar. Ahora, un estudio de la rana leopardo norteña (Rana pipiens), elegida en parte por su práctico tamaño y amplia disponibilidad, revela cómo las ranas hacen sus saltos prodigiosos a pesar de sus músculos relativamente pequeños: se convierten en catapultas. (Traducción aproximada en primer comentario)

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Un estudio de la rana leopardo norteña (Rana pipiens), elegida en parte por su práctico tamaño y amplia disponibilidad, revela cómo las ranas hacen sus saltos prodigiosos a pesar de sus músculos relativamente pequeños: se convierten en catapultas. Con la ayuda de de rayos X y vídeos a alta velocidad, los investigadores encontraron que las contracciones de los músculos de la pantorrilla aparecen antes de comenzar su salto (en el video, la línea roja en el gráfico indica la actividad muscular). Eso indica que el músculo no interviene directamente como generador del salto. En cambio, los investigadores informan que el músculo carga de energía elástica el tendón del tobillo de la rana, que a su vez libera la tensión como una cuerda en una catapulta medieval. Los resultados indican que el método de catapulta puede estar generalizado entre los animales, dicen los científicos.