Hace 15 años | Por Papirolin a pagina12.com.ar
Publicado hace 15 años por Papirolin a pagina12.com.ar

El bacteriólogo Paul Ehrlich –un judío obstinado, brillante, nacido en Silesia oriental, entonces Alemania, hoy Polonia– hace cien años, descubrió el compuesto 606 (hasta el 605 su busca había fracasado) y propuso la primera cura efectiva contra la sífilis. El compuesto 606 se denominó comercialmente Salvarsán. Fue efectivo y un gran negocio. Por entonces, en Europa se estimaba que había un millón y medio de infectados, y sólo en París, la "enfermedad vergonzosa" causaba más de tres mil muertes anuales.

Comentarios

Papirolin

Me parece interesante este tramo de la historia:

Sin embargo, había muchos intereses creados y las controversias arrastraron a Ehrlich. Hubo quienes dijeron que se trataba de un negocio que implicaba ganancias excesivas –lo que iba de los exiguos costos de producción al precio de venta al público–; y otros se movilizaron contra él (y el Salvarsán) por razones tan perversas como reconocibles aún hoy en día: la policía francesa lo vio como un estorbo en su lucha contra la prostitución y la iglesia ortodoxa se opuso a todo tipo de tratamiento porque consideraba a la sífilis un castigo divino contra los desórdenes de la sexualidad que no debía ser mitigado. Cualquier paralelo con cuestiones actuales como el comportamiento de la industria farmacéutica, de los poderes de policía y de las instituciones religiosas no parece ser impertinente.