Una investigación en la que ha participado la Facultad de Física de la Universidad de Barcelona (UB) ha conseguido generar la “chispa” para producir fuego magnético y, a diferencia de lo que sucede con una deflagración química, estudiar y controlar cómo se dispersa su energía. La “chispa” en los materiales magnéticos se genera mediante una serie de espines (un espín es una propiedad física de las partículas subatómicas), utilizando pequeños cristales de imanes moleculares. En castellano, vía: http://www.efefuturo.com/noticia/cient%C2%B4/
Comentarios
Tendré que votar sensacionalista porque todos sabemos, de sobra, que el fuego magnético es una falacia científica.
Qué pasa cuando se empuercan los "spines"
#2 Que el peta sabe a grafeno quemao.