Philippe Walter, jefe del equipo investigador, explica que el quid de la cuestión está en la técnica. Da Vinci “aplicaba finísima capas de barniz de entre uno y dos micrómetros, es decir, de entre una o dos milésimas de milímetro. Y al superponer esas capas de forma progresiva conseguía el efecto que buscaba. Eso nos devuelve a las descripciones que existen de la época sobre el arte de Leonardo da Vinci”.
Comentarios
De la Gioconda se descubre secretos con la misma asiduidad con la que Telecinco incumple el horario infantil.
No sé el número de veces que he visto un titular igual a éste.
Pues yo la he visto en el Louvre y me parece un cuadro. Un buen cuadro, como otros muchos, pero nada más. Será que no entiendo.