Un centenar de profesionales de diversa índole dejarán en los próximos días las dependencias que ocupan en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) para trasladarse al sincrotrón Alba y así poder proseguir sus trabajos in situ. El sincrotrón aún no está acabado, pero justamente por esta razón necesita que su personal vaya tomando asiento. La ambiciosa máquina, que será la mayor y más costosa instalación científica de España, es una obra de ingeniería única que se fabrica a gusto de sus responsables y, por supuesto, de la demanda científica.
Comentarios
Es una noticia científica para nuestro país de primer orden.
Ya era hora; se pasaban el día rascándose el sincrotrón