Las Administraciones intentan silenciar a las asociaciones más críticas. Algunas se revuelven, pero otras ceden a la mordaza institucional por miedo al descrédito y a perder las subvenciones
Es por eso que las redes sociales son tan importantes. No se nos puede comprar a cada uno individualmente.
Controlar a los mass-media es fácil, bien presionandoles, bien cortandoles las vías de financiación o desprestigiando a sus directivos.
Compartir y amplificar la información desde abajo tiene sus defectos, pero si sale algún hoax importante siempre se puede desmentir esa información por los mismos medios. El precio a pagar es barato si se consigue que llegue a la gente información que en otras ocasiones se ha quedado en los cajones.
"“En España se ha instaurado el ‘yo gano las elecciones y hago lo que me da la gana, y ustedes, ciudadanos, ya opinarán en los próximos comicios”, considera José Antonio Martínez, presidente de Fedadi, organización nacional de directores de institutos de secundaria. Martínez lleva años quejándose de los niveles de represión que ha sufrido este colectivo, antes y después de las protestas que en 2011 alumbraron la marea verde. “En Madrid idearon un proceso de selección de directores de institutos que derivó en caza de brujas; permitía dejar a gente en la calle cuando no los consideraban afines. Tengo compañeros con la carrera destrozada. Ya no es que el que se mueva no sale en la foto, es que el que se pronuncie se va a la calle y punto”.
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Es por eso que las redes sociales son tan importantes. No se nos puede comprar a cada uno individualmente.
Controlar a los mass-media es fácil, bien presionandoles, bien cortandoles las vías de financiación o desprestigiando a sus directivos.
Compartir y amplificar la información desde abajo tiene sus defectos, pero si sale algún hoax importante siempre se puede desmentir esa información por los mismos medios. El precio a pagar es barato si se consigue que llegue a la gente información que en otras ocasiones se ha quedado en los cajones.
"“En España se ha instaurado el ‘yo gano las elecciones y hago lo que me da la gana, y ustedes, ciudadanos, ya opinarán en los próximos comicios”, considera José Antonio Martínez, presidente de Fedadi, organización nacional de directores de institutos de secundaria. Martínez lleva años quejándose de los niveles de represión que ha sufrido este colectivo, antes y después de las protestas que en 2011 alumbraron la marea verde. “En Madrid idearon un proceso de selección de directores de institutos que derivó en caza de brujas; permitía dejar a gente en la calle cuando no los consideraban afines. Tengo compañeros con la carrera destrozada. Ya no es que el que se mueva no sale en la foto, es que el que se pronuncie se va a la calle y punto”.
Y toda esta brutalidad no sorprende a nadie.