Los problemas de Grecia son sólo el comienzo. Los países pertenecientes a la zona de moneda común de Europa están a la deriva, y las quiebras nacionales son una posibilidad creciente. Bruselas se enfrenta a una serie de opciones, ninguna de ellas buena. Los miembros del sur de la zona euro, Portugal y España, están en la mira de los especuladores que apuestan por una quiebra de esos estados.
Lapidario análisis
"That is precisely what euro skeptics have said from the beginning -- that a common currency can't work in the long run without a common economic and financial policy. The member countries' governments ignored these objections, unready to give up a further aspect of their national sovereignty.
Now politicians are facing a difficult decision: Should they continue as they have, thus potentially undermining the euro's ability to function? Or should they yield a portion of their national sovereignty to Brussels?
Without common policies, the individual countries drift further and further apart. Before the euro was introduced, exchange rate adjustments served to dispel tensions. Now the common currency zone lacks the option of adapting by revaluing currencies."
Eso es precisamente lo que los euroescépticos dijeron desde el principio: que una moneda común no podía funcionar a largo plazo sin una política económica y financiera común. Los gobiernos ignoraron estos avisos, al no estar preparados para ceder parte de su soberanía.
Ahora los políticos encaran una decisión difícil: Continuar como hasta ahora, con el riesgo de minar el funcionamiento del euro, o ceder parte de su soberania a Bruselas.
Sin políticas comunes, los paises llevarán caminos divergentes. Antes de introducir el euro, los ajustes en los tipos de cambio servían para aliviar tensiones. Ahora la zona con moneda común carece de capacidad de adaptación reevaluando las divisas.
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Lapidario análisis
"That is precisely what euro skeptics have said from the beginning -- that a common currency can't work in the long run without a common economic and financial policy. The member countries' governments ignored these objections, unready to give up a further aspect of their national sovereignty.
Now politicians are facing a difficult decision: Should they continue as they have, thus potentially undermining the euro's ability to function? Or should they yield a portion of their national sovereignty to Brussels?
Without common policies, the individual countries drift further and further apart. Before the euro was introduced, exchange rate adjustments served to dispel tensions. Now the common currency zone lacks the option of adapting by revaluing currencies."
Eso es precisamente lo que los euroescépticos dijeron desde el principio: que una moneda común no podía funcionar a largo plazo sin una política económica y financiera común. Los gobiernos ignoraron estos avisos, al no estar preparados para ceder parte de su soberanía.
Ahora los políticos encaran una decisión difícil: Continuar como hasta ahora, con el riesgo de minar el funcionamiento del euro, o ceder parte de su soberania a Bruselas.
Sin políticas comunes, los paises llevarán caminos divergentes. Antes de introducir el euro, los ajustes en los tipos de cambio servían para aliviar tensiones. Ahora la zona con moneda común carece de capacidad de adaptación reevaluando las divisas.
A ver, que la unión económica ha de ser para las duras y para las maduras...