Hace 11 años | Por makondo a 20minutos.es
Publicado hace 11 años por makondo a 20minutos.es

Por primera vez en la historia de la pintura las pinceladas desdibujaban las formas. Los impresionistas aceptaron el reto de traspasar la figuración para captar una realidad pura y sensorial: las manchas de luz de los rayos del sol a través de las hojas de un árbol, la imprecisión vaporosa de la niebla marina o la confusa luminosidad de la gasa de un tutú de ballet demostraban que había una realidad que no obedecía a la nitidez.