Hace 17 años | Por --9113-- a elcorreodigital.com
Publicado hace 17 años por --9113-- a elcorreodigital.com

Lo primero que hacen cuando uno entra en la mastodóntica Iglesia Pentecostal Deus é Amor, la más grande de Sao Paulo, es darle un sobrecito amarillo. Es para el diezmo, el diez por ciento del salario, que se supone que Dios exige por alguna razón. En estas iglesias pentecostales los milagros se hacen como churros: Hay curaciones, paralíticos que andan, ciegos que ven, sordos que oyen. Hoy son allí 28 millones de felices adoradores de su dios recaudador.