A las 21:34 un vándalo, que hasta ese momento parecía uno de tantos ciudadanos responsables que ocupan con cívico desparpajo los asientos reservados a minusválidos, se levantó y agredió verbalmente a la anciana, espetándole: “Por favor, señora, tome mi asiento” . La víctima, como es natural, rompió a chillar con todas sus fuerzas.