Es como si un arquitecto proyecta una casa, le pagan un dinero por ello, y luego pretende cobrarle un euro a cada persona que entra en la casa. Es como robar un coche. Es como si un panadero hace panes y pretende cobrar derechos de autor por cada pan. Las analogías con descargas de internet son un nuevo género literario que bien merece reconocimiento institucional.