Hace 11 años | Por Edo_Gallo a praza.com
Publicado hace 11 años por Edo_Gallo a praza.com

En noviembre de 1997 el Congreso de los Diputados dio luz verde a una iniciativa legislativa del Parlamento de Galicia para suprimir los topónimos deturpados de las provincias de Ourense y A Coruña recuperando los topónimos autóctonos originales. Sucedió en un contexto similar al actual con PP gobernando en la Xunta y en Madrid.

Comentarios

iramosjan

#2 Ya, y me parece muy bien que el nombre oficial de las provincias gallegas en Galicia esté en gallego. Mi problema es que no fue "en Galicia"... fue en toda España.

No nos están diciendo que el nombre de Orense en gallego es Ourense y que el nombre de Lérida en catalán es Lleida. Nos están diciendo que sus nombres en castellano son Ourense y Lleida. Y aparte de que es 100% incoherente que Orense sea Ourense pero Galicia no sea Galiza, cambiar un idioma por decreto no suele funcionar... si la RAE no ha conseguido imponer qüisqui, coñá y cederrón (CD-ROM), mal va nadie a conseguir imponer Ourense y Lleida.

iramosjan

Del diccionario de la RAE:

deturpar.

(Del lat. deturpāre).

1. tr. Afear, manchar, estropear, deformar.

No sé si ese término será frecuente en gallego. En castellano, desde luego, no lo es... y aparte, pues que quieres que te diga ¿Son palabras como Londres, Amberes, Moscú, Milán o Nueva Delhi términos "deturpados", feos, estropeados, manchados o deformes? ¿Y cómo se habla de esas ciudades en gallego, con términos "deturpados" en gallego, o se dice London, Mockba, Milano, Antwerpen y cómo se diga Nueva Delhi en alguno de los idiomas autóctonos de la India?

Edo_Gallo

#1 Deturpar está usado en el texto de la noticia original. Se ve chula la palabre, no?

En cuanto los topónimos de greatest hits como Londres, Moscú y demás, todo eso está muy bien pero no tiene que ver con el hecho de que oficialmente en Galicia los nombres pasaran a ser oficiales en sus formas originales. La oficialidad del término se limita a un uso apropiado de la lengua y, sobre todo, obedece más a una cuestión de estatus. Nadie impide que se traduzca el nombre a otra lengua si eso hace más fácil su pronunciación o su uso. Ahora bien en el contexto gallego eso no tiene mucho sentido.