Todo empezó cuando María José González Martín acudió al Registro Civil para preparar los papeles de su futuro matrimonio. «Al solicitar los certificados que necesitaba, me dicen que ya estoy casada», explica la coruñesa. «Yo pensé que era una broma, claro, pero cuando me enseñaron la inscripción y lo asumí, se me cayó el alma al suelo», añade. La mencionada inscripción indica que María José, nacida en 1979, se había casado en 1985 en Zúrich (Suiza) con el italiano Rocco Copola.
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Alguna trama de un mafioso italiano fijo
Rocco Copola, se llama el individuo. Si fuera otro Rocco con el que la hubieran casado igual no se quejaba.