El espionaje tiene sus grandezas y sus miserias. Los agentes que se pasan la vida trabajando para cumplir con su trabajo con frecuencia lo pasan mal. Especialmente los que están infiltrados y tienen que mentir continuamente sobre su personalidad e ideas, terminan desarrollando una costra que les aísla del entorno. Pero no siempre lo consiguen. Betty Gordon nació en 1927 y tuvo una infancia marcada por la Segunda Guerra Mundial, en la que su país terminó ganando, pero no sin antes sufrir los tremendos bombardeos de los aviones de la Luftwaffe...